Despair rotten hearts

Despair rotten hearts
(Canciones del exilio)




Quise cantar una canción antes de que explotara mi alma,
sepultada, mi voz, se revolvió en silencio,
queriendo escaparse de la garganta arañó con furia,
sin importarle en modo alguno, que un grito se me llevaría la vida,
o que me aferraba con uñas al silencio,
para no envenenarme con melancolía...

Trazo entre las ruinas y la ceniza,
garabatos desesperados, buscando redención,
esperando de nuevo que los mensajes del viento,
me arrojen con furia a la vida,
en busca de gloria, caminos,
historias y destinos.
Pero aquí en el exilio mis voces se mueren,
y no me queda ni una lágrima para honrarlas,
solo me siento a esperar como la muerte se lo lleva todo
pero no se lleva mi alma...

De cuando en cuando,
como el suspiro pasajero que los sueños exhalan al morir,
se me revuelve la rabia
y me rebelo contra el silencio que nos aplasta en el destierro,
y entonamos con voz temblorosa
nuestro reto a la sombra que todo abarca,
y sin embargo, no basta el conjuro,
se tuercen los rituales de la voluntad
y de nuevo nos sacude la nada con su puño implacable.
Perder es una continua caída hacia dentro...

No nos basta el enfado,
nos entierra el fango de la disonancia,
de palabras y actos huecos se compone el mundo,
de libertad de plástico, de sueños abandonados.
Que ganas estas las de saltar al abismo,
hacerle un corte de mangas al padre de los poetas,
mandarle a remendar sus zapatos,
reventarme este odio enconado,
esta desesperanza,
esta maldita entraña que no avanza ni se estanca,
que existe entre la magia y el ruido,
que ganas de abofetear al dios de los vagabundos,
reclamarle por fin, por qué demonios nos ha abandonado.

¿Al menos habrá paz, al otro lado del olvido?

Sariel Rofocale

Magnífico.